El colesterol existe naturalmente en el cuerpo y es necesario para su correcto funcionamiento, pero en exceso puede tapar las arterias y provocar enfermedades cardiovasculares. Es transportado a través del torrente sanguíneo combinado a ciertas proteínas, llamadas lipoproteínas. Y existen dos tipos:
La lipoproteína de alta densidad (HDL) es conocida como “colesterol bueno” porque ayuda a eliminar otras formas de colesterol de la sangre. Los niveles más altos de HDL están relacio- nados con un menor riesgo de enfer- medad cardiovascular.
La lipoproteína de baja densidad (LDL) es considerada el “colesterol malo”, ya que se acumula en las paredes de las arterias y con el tiempo puede estre- charlas o incluso ocluirlas.
Por otra parte, los triglicéridos son otro tipo de grasa presente en la sangre, también necesaria para un correcto funcionamiento del organismo, pero su exceso es perjudicial y afecta a la salud cardiovascular.
Consejos para mejorar los lípidos en sangre:
Se recomienda realizar actividad física, mantener un peso adecuado, mejorar la alimentación, disminuir el estrés y, en caso de que lo indique su médico de referencia, medicación.
En la alimentación, se recomienda:
1. Reducir el consumo de grasas trans, saturadas y colesterol. Se encuentran en: carnes grasas, fiambres, embutidos y snacks, crema de leche, manteca, postres, alfajores, etc.
2. Aumentar el consumo de fibra. El consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y avena es efectivo para reducir los niveles de colesterol.
3. Disminuir el consumo de alcohol y de azúcares simples.
4. Ingerir alimentos con fitoesteroles. Se encuentran de forma natural en verduras, frutas, frutos secos, algunos aceites vegetales, legumbres y cereales integrales. También se añaden a algunos productos, como yogures; estos deben ser consumidos junto a las comidas.
Fuente: Guía de alimentación cardiosaludable. INCI, 2018